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sábado, 6 de septiembre de 2008

Andorra

Sin duda, Andorra, es algo más que un país pequeño. Se le conoce como el país de la nieve, pero no solo nos podemos encontramos con un paisaje montañoso recubierto de nieve hasta las copas de los pinos, también, en pleno invierno, nos podemos encontrar con paisajes en el que la nieve no existe, solo cientos de árboles entre las montañas dándoles un color verde alegre.
Desde luego que si lo que buscamos es belleza y tranquilidad no importa con que paisaje nos encontremos mientras que disfrutemos de sus parques naturales, tales como: el parque natural comunal Valles del Comapedrosa, parque natural del Valle de Sorteny y por último El Valle del Madriu.

Uno de los valles a destacar es el último mencionado, El valle del Madriu, declarado patrimonio mundial de la UNESCO. Es uno de los itinerarios más inhóspitos y sorprendentes de Andorra. Con 4.247 habitantes y picos de hasta 2.500 metros de altura, es el reflejo perfecto de la vida cultural intensa y biológica del Principado.
La Madre río es el apelativo latino de Madriu, el valle que debe su forma de “U” a su origen glacial, una característica de los valles surgidos del hielo. Con una orientación este/oeste, tiene una longitud total de 11,8 km. Nace a 1.200 metros y llega a cotas de 2.500 metros de altura. Su principal fuente de riqueza es el agua del río que, a su vez, se alimenta de una gran variedad de lagos que hay dentro del círculo glacial del Gargantillar. Gracias a diversas filtraciones, toda su fuerza acuática virgen crea un depósito natural de agua termal de más de 60º a Escaldes–Engordany.

La amplia oferta de estaciones de esquí alpinas y de fondo, así como la gran variedad y calidad de actividades complementarias de esquí y ocio, convierten cada invierno el Principado en una destinación blanca de referencia. El país ofrece dos estaciones de esquí: Grandvalira (Pas de la Casa–Grau Roig y Soldeu–El Tarter) y Vallnord (Ordino–Arcalís y Pal–Arinsal Mountain Park), que suman conjuntamente 177 pistas que representan 284,5 quilómetros esquiables, 110 remontes mecánicos, los servicios de 700 monitores y 1385 cañones de nieve que garantizan la práctica de los deportes blancos durante toda la temporada, todo ello en un territorio de tan sólo 486 km2.
Andorra Cuenta con la superficie esquiable más grande de los Pirineos. Las estaciones de Grandvalira y Vallnord, asociadas a Ski Andorra, suman 3.075 hectáreas esquiables, 284,5 kilómetros de pistas, 110 remontes y 1.385 cañones de nieve artificial. Esta oferta, unida a la del Campo de nieve de Naturlandia - La Rabassa (esquí nórdico),y a la del Parador Canaro, hacen de Andorra el país de la nieve.

Si lo que busca son otras sensaciones de invierno, también puede realizar paseos con raquetas diurnos y nocturnos, excursiones con trineos tirados por perros, construcción de iglúes, descensos en bicicletas de nieve, telemark, salidas en motos de nieve e incluso practicar el patinaje sobre hielo en el Palacio de Hielo de Canillo.

Sin lugar a dudas, sea la razón que sea por la que decidáis visitar Andorra, hay que disfrutar del balneario de “Caldea”.
Jacuzzi tanto interior como exterior, en el que podremos no solo disfrutar de un baño relajante sino de unas vistas extraordinarias. Baños de agua caliente y agua totalmente helada. Saunas, salas de relajación y espectáculos acuaticos y luminosos por la noche.
Desde luego que es un lugar donde disfurtar con la pareja, con la familia o con los amigos. Y si después de todo esto le sumamos que en un país como Andorra nos podemos ahorrar hasta un 30% en nuestras compras, yo creo que sin lugar a dudas es un lugar donde ir a descansar, disfrutar y pasarlo muy pero que muy bien en este encantador país escondido entre España y Francia.

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